¡Bienvenido/a a nuestra familia!

     Muchas personas acuden a la Parroquia exigiendo derechos y servicios. Se consideran cristianos y creen que la Parroquia existe para satisfacer sus necesidades o caprichos religiosos, por supuesto con la mentalidad consumista que todo lo invade: bueno, bonito y barato… y sin esfuerzo.
     Cuando necesitan un bautizo, una primera comunión, una misa de difuntos, o cualquier otro servicio, tocan a la puerta de la Parroquia esperando que los que estamos por aquí les ofrezcamos unos buenos servicios, donde ellos y sus deseos sean los protagonistas y, por supuesto, sin ningún tipo de exigencia o contraprestación a cambio.

     Sin embargo, muchos otros hemos descubierto otra concepción de Iglesia, que estos ni huelen y de la que se mofan y juzgan sin conocer. Creemos que la Iglesia es una familia:

-la familia de los que creen en Jesús y quieren seguirlo;

-la familia de los que quieren poner a Dios en el puesto que se merece;

-la familia donde recibimos y ofrecemos amor, acogida, respeto, ternura, valores…;

-la familia que nos ayuda a superar nuestros egoísmos y nuestra ceguera cultural; 

-la familia donde nuestros hijos pueden crecer y desarrollarse sanamente;

-la familia donde todos son necesarios y aportan su pequeño grano de trigo.

     Si estás interesado/a en pertenecer a esta familia, entra en el formulario de CORRESPONSABILIDAD donde encontrarás espacios para formarte, crecer y madurar en la fe, y lugares en los que participar, servir y dar lo mejor de ti mismo a los demás… ¡Bienvenido/a!
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