Catequesis de Confirmación (5º de Primaria)
Desde este año, la Catequesis de Confirmación se adelanta a 5º de Primaria, en lugar de 1º de ESO, como venía haciéndose. Invito a las familias con niños que recibieron el pasado año la Primera Comunión a continuar la catequesis unos años más. A fin de facilitar la participación de los niños hemos previsto dos horarios: los Lunes, a las 5 de la tarde, y los Viernes, a las 6 de la tarde. Comenzaremos, Dios mediante, el Lunes 27 de septiembre (a las 5 de la tarde) o el Viernes 1 de octubre (a las 6 de la tarde). a, sobre las 18:30 horas, o después de Misa.
Algunos pueden pensar que, puesto que sus hijos ya han recibido la Primera Comunión, no necesitan más Catequesis. Éste es un error muy extendido. Sin embargo, es más bien al contrario: ¡Cuanto más se acercan nuestros hijos a la edad difícil de la adolescencia, más necesitan la presencia de Jesús y la luz que viene del Evangelio para orientar su propia vida! En esta delicada edad, ¿consentiremos que nuestros hijos se aparten del Señor y dejen de ir a la Iglesia y a la Misa del Domingo? ¿Dejaremos que se olviden tan pronto del Mensaje de Jesús, mientras son bombardeados por todo tipo de mensajes de esta sociedad?
Os dejo algunas razones para motivar que los niños continúen en catequesis después de la Primera Comunión:
1. La iniciación cristiana no está completa hasta que no se reciben los tres sacramentos de iniciación: Bautismo, Confirmación y Eucaristía: “Todo bautizado, aún no confirmado, puede y debe recibir el sacramento de la Confirmación (cf. Código de Derecho Canónico, can. 889, 1). Puesto que Bautismo, Confirmación y Eucaristía forman una unidad, de ahí se sigue que "los fieles tienen la obligación de recibir este sacramento en tiempo oportuno" (Código de Derecho Canónico, can. 890), porque sin la Confirmación y la Eucaristía, el sacramento del Bautismo es ciertamente válido y eficaz, pero la iniciación cristiana queda incompleta” (Catecismo de la Iglesia Católica nº 1306).
2. El Sacramento de la Confirmación confirma y refuerza la gracia del Bautismo: “El efecto de la Confirmación es la especial efusión del Espíritu Santo, tal como sucedió en Pentecostés. Esta efusión imprime en el alma un carácter indeleble y otorga un crecimiento de la gracia bautismal; arraiga más profundamente la filiación divina; une más fuertemente con Cristo y con su Iglesia; fortalece en el alma los dones del Espíritu Santo; concede una fuerza especial para dar testimonio de la fe cristiana” (Compendio 268).
3. La confirmación es un requisito imprescindible para ser padrino o madrina de Bautismo: “Para que alguien sea admitido como padrino, es necesario que… sea católico, esté confirmado, haya recibido ya el Santísimo Sacramento de la Eucaristía y lleve, al mismo tiempo, una vida congruente con la fe y con la misión que va a asumir…” (Código de Derecho Canónico, c. 874). El Obispado recientemente ha recordado la obligatoriedad de la Confirmación para ser padrino, y ha urgido a los Párrocos a que no saltemos este requisito, como viene haciéndose.
4. La confirmación es un requisito para el sacramento del matrimonio: “Los católicos aún no confirmados deben recibir el sacramento de la confirmación antes de ser admitidos al matrimonio, si ello es posible sin dificultad grave” (Código de Derecho Canónico, c. 1065).
5. La etapa de Catequesis previa a la Primera Comunión (Despertar, Primer anuncio, Encuentro personal con el Señor y Descubrimiento de Jesús en la Iglesia) necesita de una etapa posterior de “profundización y crecimiento en la fe”, que acaba sobre los 12-13 años.
6. La Catequesis previa al Sacramento de la Confirmación ofrece una síntesis de fe más completa que permite al niño y al adolescente vivir como cristiano según su edad y condición.
7. La razón más importante, no obstante, es que vuestra Parroquia no gana nada con que vuestros hijos continúen recibiendo catequesis, pero estamos convencidos de que estos próximo años (de los 10 a los 13 años) son importantísimos para la adquisición de valores morales y religiosos que los niños puedan interiorizar y asimilar para toda su vida. Pasada esta edad será más difícil. Por eso, os pedimos un último esfuerzo por el bien de la educación cristiana de vuestro/a hijo/a.